
Señoras y señores, con todos ustedes... Raymond Domenech.
Este hombre, a la sazón seleccionador gabacho de fúrbol, es ya una eminencia en sí mismo. Algo rarito él, ha logrando poner de los nervios a todo el país vecino con sus actuaciones al frente de 'les bleus'. No convoca a los buenos porque su ascendencia
zodiacal se lo impide; se declara independentista catalán a pesar de haber nacido en Lyon (olé!); o alaba a
Materazzi cuando toda la Galia -¿Toda? Sí- le odia a muerte.
¿Le faltaba algo a este tipo para ser un ídolo de masas en todas las Españas?

Pues sí: un bigotón. Y para una mayor sordidez, las dos imágenes del seleccionador francés con bigotón provienen de una de las mayores reminiscencias de sordidez de nuestra cultura occidental: las colecciones antiguas de cromos, vivo reflejo de aquel glorioso pasado en que los jugadores de fútbol eran
hombres y no
mariquitas.
Enviado por Yaha!, humilde destilador de
Bilis.