Su hubiera que elegir al segundo mejor guitarrista de todos los tiempos la cosa estaría difícil y debatida, pero en el caso del primero, no. Ese es Django Reinhardt. No sólo revolucionó la forma de tocar la guitarra, de improvisar y de hacer los solos - configurándola casi tal y cómo se hace hoy-, no sólo tenía un talento increible para la composición y la melodía... es que todo eso ¡¡¡lo hizo con dos dedos!!! Bueno, casi. Por un accidente perdió la movilidad del meñique y el anular de la mano izquierda (al final podía usarlos sólo en las cuerdas inferiores para algún acorde) y el pulgar lo usaba para sostener el mastil de la guitarra por detrás. Así que sólo podía pulsar las cuerdas con el medio y el índice. Lo solucionó con una destreza y una velocidad sobrehumana y un afinamiento diferente para las cuerdas, que sólo ha usado él.
Hasta su local de París hacían peregrinación los mejores músicos del mundo, de jazz e incluso de clásica, incluido nuestro Andrés Segovia, que cayó rendido ante el talento de este gitanillo belga. Woody Allen, para un detalle de su peli "Acuerdos y Desacuerdos", se inspiró en el genial guitarrista Henri Crolla, futuro sustituto de Django en el grupo que tenía con Grapelli, quien pese a ser considerado el segudo mejor guitarrista de Fracia, no se atrevían a tocar en presencia de Django pues le daba una vergüenza enorme que ese genio le viese tocar. Cuentan que Django se disfrazaba para verlo tocar... pero su peculiar bigotillo siempre le delataba...
Aquí os dejo dos fotos. Una con el instrumento que le dio su temprana muerte (el cigarrillo, murió de cáncer de pulmón con 40 y pocos años) y otra con el instrumento que le dio la inmortalidad. Y claro, en ambas con su inconfundible bigotín...
Fdo: Elperejil
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