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sábado, 24 de enero de 2009
Mi nombre es Harvey Milk
Ya que transcurre en los setenta y en ambiente gay (valga la redundancia) la profusión de bigotones en Mi nombre es Harvey Milk (Milk) es mayor que en una prisión turca. Aunque, obviamente, es la principal, no es la única razón para ir a ver la película, que es buenísima.
Por supuesto, no han faltado por Internet los chistes con lo de "Got Milk?" y el bigote blanco de después de beber leche entera (este retoque fotográfico tan malo no es mío).
Vengo de la página del pez, después de leer tu comentario sobre la historia de Harvey Milk y los bigotes me ha vuelto a la memoria una historia o especie de rollo que nos sucedió a mi pareja y a mi unos pocos años después. debía ser el año 82 o el 83 cuando todos estábamos aterrorizados con el tema del SIDA parece que habiamos follado mas de la cuenta y había materia para estar preocupados, así que mi mamá nos obligó ha irnos ha hacer las pruebas lo que no era nada fácil entonces, te mandaban a un laboratorio en Majadahonda y desde allí te enviavan a un hospital a Madrid así que hicimos el periplo, nos dijeron que preguntaramos por la sección de ETS (enfermedades de transmisión sexual) nosotros ni idea y tan alegremente, el tal sitio se ubicaba en el segundo sótano y estaba regentado por dos médicos encantadores (médico y médica) nosotros con nuestros bigotes y camisas de cuadros lo que todo el mundo Gay conocía como "clones", es decir que en cualquier lugar del mundo hay muchos iguales.Los médicos fueron incapaces de tomarnos como homosexuales y nos recomendaron que nos preocupáramos por cualquier otra cosa. Cuando llegamos al primer piso nos percatamos del fallo de los médicos, no se habían percatado de nuestra horientación sexual ni que fuéramos pareja. ¿que estadísticas saldían de esto? A pensar...
2 comentarios:
¡Impresionante research! Cierto que la peli lo mercecía... Pero ¡impresionante!
Vengo de la página del pez, después de leer tu comentario sobre la historia de Harvey Milk y los bigotes me ha vuelto a la memoria una historia o especie de rollo que nos sucedió a mi pareja y a mi unos pocos años después. debía ser el año 82 o el 83 cuando todos estábamos aterrorizados con el tema del SIDA parece que habiamos follado mas de la cuenta y había materia para estar preocupados, así que mi mamá nos obligó ha irnos ha hacer las pruebas lo que no era nada fácil entonces, te mandaban a un laboratorio en Majadahonda y desde allí te enviavan a un hospital a Madrid así que hicimos el periplo, nos dijeron que preguntaramos por la sección de ETS (enfermedades de transmisión sexual) nosotros ni idea y tan alegremente, el tal sitio se ubicaba en el segundo sótano y estaba regentado por dos médicos encantadores (médico y médica) nosotros con nuestros bigotes y camisas de cuadros lo que todo el mundo Gay conocía como "clones", es decir que en cualquier lugar del mundo hay muchos iguales.Los médicos fueron incapaces de tomarnos como homosexuales y nos recomendaron que nos preocupáramos por cualquier otra cosa. Cuando llegamos al primer piso nos percatamos del fallo de los médicos, no se habían percatado de nuestra horientación sexual ni que fuéramos pareja.
¿que estadísticas saldían de esto?
A pensar...
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