Un ídolo del deporte que pasó a la historia del frikismo no por sus gestas olímpicas, sino por ser uno de los primeros deportistas en prestar su rostro a un videojuego y conseguir, de paso, que todos los jugadores de Spectrum le odiáramos por ayudar a destrozar nuestras teclas. La diabólica mecánica machacabotones de la trilogía 'Decathlon', 'Supertest' y 'Olympic Challenge' generó frustraciones y ordenadores rotos a partes iguales. Pero a todos nos quedará en la memoria su enorme bigotón que lo convertía en una especie sonriente Richard Pryor cachas.
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1 comentario:
Yo tuve el primero, que me vino en un pack cojonudo que fue lo primero que me compraron para mi Amstrad CPC y con el que destrocé algún que otro joystick, y luego ya me pasé al "Olympic Challenge", que encima tenía el plus de añadir una lotería al principio de cada fase (lo de elegir las zapatillas deportivas) que te permitía perder la fase hicieras lo que hicieras si no tenías una Micromanía a mano para mirar qué calzado era el correcto.
Pues sí que era clavado al Richard Pryor el tío...
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