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viernes, 21 de agosto de 2009

El reparto de Tombstone


Si hay una peli mítica en esto del bigotismo es, sin duda alguna Tombstone. Surgida en ese oscuro momento de la historia situado entre principios y mediados de los noventa en el que salían filmes gemelos por doquier (dos pelis de Colón y el descubrimiento; dos pelis de Robin Hood; y porque al final no salió lo de los proyectos paralelos sobre Pancho Villa que iban a firmar, cada uno por su lado, los hermanos Scott, Tony y ridley, que si no ardía Troya), esta simpática situación tuvo a Quevin Con-ne en el centro de dos de estas polémicas: las pelis sobre el amigo Locksley y sus Hombres Alegres del bosque de Sherwood, y las que trataban la figura de Wyatt Earp. La de Costner, con Kasdan dirigiendo, se reveló como un fláccido pestiño desde el rodaje; la otra, la barata, resulta más simpática. Aunque solo sea por un hecho la mar de salao que es el que nos trae aquí.

Todos los bigotes eran auténticos.

Sí, sí; todos. Desde Kurt Russell a Val Kilmer, pasando por Bill Paxton o Sam Elliott (que sin bigote tiene cara de panoli); por el amor de Dos (sic), ¡si hasta el Brandon de Sensación de vivir luce mostacho! Todos y cada uno de los montones de vello que adornan el labio superior de los actores era de pelo auténtico, dejado crecer a su libre albedrío y luego cuidadosamente cuidados. Y además eran bigotones del Salvaje Oeste, con todo lo que ello implica. Aunque para Michael Biehn, acostumbrado a lidiar con Cameron, la cosa no sería para tanto.

Esta autenticidad era algo de lo que se enorgullecía en los reportajes y documentales George Pan Cosmatos, el hombre tras la cámara, y director de otras joyas del celuloide como Rambo, Cobra (con don Silvestre) o Leviatán. Su último trabajo fue Conspiración en la sombra, de cuando Charlie Sheen se drogaba. Este italiano de origen griego nos dejó hace cuatro añitos, pero queda en el recuerdo el regocijo que debió de sentir cuando decía a la prensa “nuestros bigotes son auténticos”. Un brindis por él. Sagapo para pore, Yorgos.

3 comentarios:

Enrique Pedraza dijo...

Aclaro que esta entrada es mía. Lamento que no tenga ni pizca de gracia, pero al menos ahora sabéis a quién escupir. Caiga vuestra ira sobre mi cabeza, y no sobre ninguna otra.

Danda dijo...

A mí me parece muy interesante. En otras pelis presumen de que la estrella hace las escenas de riesgo, pero aquí presumen de que "todos los bigotes son auténticos". ¡Eso sí es hombría!

Enrique Pedraza dijo...

Eso es más que hombría. Es onvría.