
El padre del Dogma gallego, en su primera obra - protagonizada por él mismo - iba paseando y luciendo ese pedazo de bigotón mientras varias mujeres decían "¡Pero qué bueno está! ¡Me lo tiraba aquí mismo!". Lógico que, años después, autopublicase un libro sobre "El cine de Juan Pinzás" más tocho que los ensayos sobre John Ford en el que su bigotón se lucía... ¡hasta en fotos de la pantalla del televisor de un programa en el que estuvo con Garci!". Por no hablar de una imagen sentado en su casa en cuyo pie de foto decía "Juan Pinzás en su foto más reciente".
Añadan a lo sublime del personaje el momento en que mi madre me dice "Pues Pinzás era primo de tu padre y los dos jugaban juntos en la playa".
Maravilloso.