Manel Comas

Se llama Manel Comas Hortet y es entrenador de baloncesto, y también comentarista de Televisión Española. Mide 1’70, y este es un dato importante: cuando llevas tres décadas ganándote la vida a base de hacer sudar a tipos de dos metros tienes que tener cierta autoridad, y es difícil tenerla cuando lo más que puedes es mirar a tus jugadores al ombligo o, en su defecto, a esa parte de la anatomía masculina conocida como polla. Para compensar su falta de estatura, y desde tiempos inmemoriales, decidió aportar a su imagen un rasgo que le imprimiese carácter y furia, que acentuase su legendaria mala leche –en seguida leerán algunos ejemplos- y pusiese en su sitio a esos tipos que, contra natura, cuentan su altura a partir del 1,90. ¿Y qué fizo aqueste onvre? En este ámbito, sonara obvio: dejarse bigote. Pero no un bigote cualquiera: un sonoro, abundante y simétrico bigotón, entre rubio y pelirrojo, que le cubre hasta el labio inferior de la boca. ¿’Atrezzo’? En absoluto: la espesura de su mostacho le ha convertido en uno de los entrenadores de baloncesto históricos en España, con más de 700 partidos oficiales dirigidos, más de un título y más de un apodo.

En principio fue ‘Asterix’: bajito, rubicundo, bigotudo y de extrema fuerza (verbal). Después, pese a ser siempre el más bajito de la clase, se le llamó ‘Sheriff’ Comas. Su bigotón farwestiano hacía que nadie, nunca, jamás, se saltase sus normas, a este o a aquel lado del Pecos. O del Guadalquivir, como sucedió en Sevilla. Año 2007. El ‘Sheriff’ entrena al Caja San Fernando, que pierde en casa del Estudiantes. Y Comas abrió así la rueda de prensa posterior a la derrota: “¿Mis jugadores? Son gilipollas. A partir de ahora, sólo me va a quedar trabajar y si tengo que jugar con seis, jugaré con seis. El resto se quedará sentadito". Preguntado por uno en concreto, Demetrius Alexander (un pívot de color de 2,05 de altura y 110 kilos de peso que aparece en una de las fotos), contestó: “Es un NAF. ¿Queréis que os traduzca NAF? Significa 'Negro Atlético Fraudulento', y de mí no se va a reír más". Le preguntaron por el rival: “Han demostrado tener dos cojones como los del caballo de Espartero. Nosotros tenemos dos aceitunitas". "Hay equipos en el liga femenina que tienen que más ovarios que nosotros", concluyó Comas. De 1,70, recuerden, frente a doce jugadores cuya estatura media es de 2,00. Con la mano en el corazón, ¿creen realmente que un tipo de tan escasa talla podría enfrentarse a esa colección de enormes HENJENDROS de la naturaleza si no estuviera valientemente armado de un bigotón? La única respuesta posible es no.

Claro que después del incidente NAF, Comas fue expedientado y despedido. Aunque el Sevilla, ahora llamado Cajasol, le volvió a contratar meses después. Quizá por la edad –camina hacia los 64 años-, o tal vez por cierto hastío –empezó a entrenar en 1977- Comas dejó los banquillos para ser comentarista televisivo, hecho que consiguió, por cierto, a través de Facebook: se pidieron 10.000 firmas para que el ‘Sheriff’ se pusiera tras los micrófonos. Y, claro, se lograron. Y es en Facebook donde se le puede seguir, y acceder a más fotos como las que se adjuntan este post y que atestiguan que, como bigotón, Comas no es un converso: es un pionero.

En Facebook, por cierto, Manel Comas habla de sí mismo como ‘el del bigoti’. El del bigote, traducido al castellano. Realmente, lo único que cabría reprocharle al ‘Sheriff’ es que emplee el (afeminado, opino, como todas esas palabras que, debiendo ser rotundas, concluyen en ‘i’, que no en vano en la gramática catalana se la considera una vocal débil) vocablo catalán ‘bigoti’ en vez de ‘bigotón’. Porque lo que él luce es un bigotón de padre y muy señor mío. Un señor bigotón. La madre de muchos bigotes, y el padre de otros cuantos.

Larga vida a Manel Comas. Un entrenador de NBA (Notable Bigotón Abundante).

Enviado por: David Arteaga